Finanzas Personales vs. Finanzas Empresariales

¡Hola Fini!

Si estás pensando en emprender, ya tienes un negocio o eres dueño de una empresa, este post es para ti.

Uno de los primeros principios que aprendí en mi carrera de Contabilidad es el de Entidad Económica. Este principio establece que los activos, pasivos, ingresos y gastos de la empresa, incluido el dinero, no son tuyos. En otras palabras, la empresa es una entidad independiente de sus accionistas, propietarios o socios. Esto significa que las finanzas personales no deben mezclarse con las de la empresa, y viceversa.

El error más común al emprender

Al iniciar un negocio, uno de los errores más frecuentes es ignorar este principio. Imagina que emprendes un negocio de piezas de arcilla, donde haces todo: compras materiales, produces y comercializas. Si no te pagas un sueldo y usas los excedentes para cubrir tus gastos personales, estás mezclando las finanzas de tu negocio con las tuyas.

Esto podría no parecer problemático al principio, pero si decides buscar un socio que invierta para expandir el negocio, todo cambia. Supongamos que este socio aporta capital y adquiere el 40% de las acciones, mientras tú conservas el 60%. Ambos acuerdan repartir las utilidades proporcionalmente: 60% para ti y 40% para tu socio.

Ahora, imagina que en un año las utilidades triplican la inversión de tu socio, y cada año él recibe el 40% de las ganancias, aunque no participe activamente en la operación del negocio. ¿Te parece justo?

Si en algún momento pensaste que no lo es porque los resultados fueron producto de tu trabajo, es posible que aún veas las finanzas del negocio como parte de tus finanzas personales.

Separar finanzas personales y empresariales

El principio de Entidad Económica establece que los recursos de la empresa no son tuyos, incluso si el crecimiento se debe a tu esfuerzo. Sin embargo, esto no significa que no debas ser compensado: debes recibir un sueldo por las labores que realizas, como cualquier empleado. Este gasto debe incluirse en las operaciones del negocio antes de calcular las utilidades.

Recomendaciones prácticas

  1. Asigna un sueldo para ti: Calcula cuánto pagarías a alguien por las funciones que realizas y regístralo como un gasto operativo de la empresa.
  2. Respeta la utilidad: La utilidad es lo que queda después de descontar ingresos, costos y gastos (incluido tu sueldo). Los dividendos se reparten sobre este monto.
  3. Evalúa tus funciones: Haz una lista de todas las tareas que realizas y asigna un valor a cada una. Esto te ayudará a entender tu justa compensación sin afectar las finanzas empresariales.
  4. Planifica antes de iniciar una sociedad: Ten claro cómo se manejarán las finanzas y evita malentendidos futuros.

En conclusión, separar tus finanzas personales de las de tu empresa es esencial para evitar conflictos y malentendidos, especialmente si planeas buscar socios o expandir tu negocio.

Espero que este post te ayude a crecer, Fini. ¡Nos vemos!

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