¡Hola Fini!
El fin de año está a la vuelta de la esquina, y para muchos de nosotros, representa el cierre de distintos ciclos. Es un momento ideal para reflexionar, saldar pendientes y proyectar los planes para el año que comienza. Personalmente, lo aprovecho para enfocarme en cerrar el año con la menor cantidad posible de pasivos.
Para lograrlo, sigo un método estructurado que se basa en dos listas:
- Mis obligaciones: Incluyo los gastos del mes y las deudas pendientes, organizadas según su costo (tasa de interés), plazo y monto.
- Mis reservas: Registro mis ahorros e inversiones, junto con los ingresos que estoy segura de recibir durante el mes.
Estas listas me proporcionan una visión clara de mi situación financiera. Con base en ello, aplico una estrategia sencilla:
- Primero, destino parte de mis reservas a cubrir los gastos esenciales del mes.
- Con lo que sobra, priorizo el pago de deudas pequeñas para eliminarlas rápidamente.
- Si aún tengo excedentes, utilizo ese monto para amortizar deudas de largo plazo, como mi hipoteca, tratando siempre de no tocar mis inversiones.
Adicionalmente, sigo algunas reglas que me han ayudado a mantener un equilibrio financiero:
- Ahorro mensual: Reservo entre el 2% y el 10% de mis ingresos para proyectos futuros.
- Margen para imprevistos: Aumento mi presupuesto mensual en un 5% para cubrir gastos no planificados.
- Proyección mensual: Me aseguro de que mis ingresos, después de descontar el ahorro, siempre superen mis gastos (incluyendo los extras).
- Gestión de ahorros:
- Para proyectos de corto plazo, uso cuentas de ahorro con tasas superiores a la inflación o depósitos a plazo con disponibilidad inmediata.
- Para proyectos de mediano y largo plazo, invierto en instrumentos financieros como fondos mutuos, acciones o ETF’s.
Espero que estas prácticas te inspiren a cerrar el año con éxito y a empezar el próximo con una base financiera sólida.
¡Nos vemos, Fini!
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